lunes, 6 de febrero de 2012

Marca Personal


Cuando la marca es uno mismo

Si las marcas pudiesen soñar, soñarían con dejar impresiones inolvidables en las mentes de los consumidores. 
Los seres humanos afortunadamente podemos soñar, construir marcas e incluso,  en algunos casos, crear nuestra marca personal.
Todos queremos dejar una impresión inolvidable en la mente de los demás, para ello, es imprescindible encontrar aquellos elementos que nos diferencien.
El primer producto somos nosotros mismos, por tanto, será muy importante conocernos profundamente si queremos encontrar esas peculiaridades que  nos distinguen y nos hacen especiales. Hacer un análisis DAFO de nosotros mismos es  elemento capital a la hora de desarrollar nuestra estrategia de comunicación personal.
Nuestros conocimientos, habilidades, experiencias, la personalidad, los valores y la imagen que proyectamos componen nuestra marca personal, los combinaremos  y agitaremos en la coctelera para proyectar una percepción sobre nosotros.
Así, determinaremos cual es nuestro beneficio singular percibido (BSP), respondiendo a la pregunta ¿Qué tengo yo qué los demás profesionales no tienen? Ese argumento que nos distingue del resto puede ser las especialización, la experiencia, los estudios complementarios... todos debemos encontrar dicho elemento.
Ahora que ya nos conocemos profundamente debemos avanzar en nuestro propósito (de construir nuestra marca personal) comunicando esta característica o características a todo el mundo. ¿Quién soy? ¿Qué Hago? ¿Cuál es la característica que me diferencia? ¿Cómo encontrarme o contactarme?
De todo esto dependerá nuestra estrategia de comunicación, tanto la consciente como la inconsciente; cuidando nuestra imagen, nuestro trabajo, nuestra voz, nuestro lugar de atención a los clientes... pero siempre con coherencia, dando a conocer la imagen correcta de quienes somos, destacando nuestras fortalezas y muy especialmente el elemento que nos distingue de los demás y deja una impresión inolvidable en la  mente de nuestros clientes.
Diferénciate: Posiciónate.

Tendrás claro ya, querido lector, que la marca personal es un ejercicio de posicionamiento, no de venta. Que todos tenemos una Marca personal más o menos fuerte. Que debemos de cuidar lo que hacemos porque todo ello puede beneficiarnos o perjudicarnos. Siempre vamos a ser juzgados por los demás. La fuerza de la marca personal depende de lo que ofrezcamos a los demás. Que para posicionar nuestra marca debemos de trabajar, ser coherentes, persistentes y honestos. Que las marcas personales se construyen desde el contacto no desde el impacto y que se dejan impresas en las mentes. Las marcas personales fuertes llegan al corazón y a la cabeza de las personas. La marca es consecuencia de las acciones y el comportamiento. Una marca personal fuerte te servirá para persuadir a los empleadores que te buscarán por lo que ofreces y te contratarán por tu fiabilidad y atractivo. Es el mejor ejemplo del poder de lo pequeño. Cada uno es su propia marca personal. Necesitas un Plan de Marca Personal. Tener una Marca personal constituye interpretar el papel protagonista, ser uno mismo.
Toda esta teoría no tiene sentido, si a estas alturas aún no te has dado cuenta que es el momento, si todavía no lo has hecho, de que constituyas tu marca personal. Pero, ten en cuenta que sin paciencia, sin trabajo, sin escoger un nicho en el que nos sintamos cómodos, sin dotar de contenido de calidad a nuestra marca, sin aprovechar los social media, sin el interés por la comunidad que se formará en el entorno de nuestra marca y sin la relación con todas las personas e instituciones que se relacionan con nuestra actividad; no podremos construir una marca personal sólida y fiable

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