Diferenciarse para Posicionarse.
Corría el año 1920 cuando
Henry Ford pronunció la mítica frase “Los
consumidores pueden tener un coche pintado en el color que
quieran mientras
sea negro”,
intentando mantener sus economías de escala, centrando todos
sus esfuerzos en vender el mítico Ford T, que tan solo unos
años antes copaban la mitad del mercado americano y batieron
un record de ventas que tardó 45 año en ser superado.
Producción en serie del Ford T Negro |
El motivo de empezar con esta célebre
cita no es otro que el de que reflexionemos y pensemos en lo triste
que debía de ser en aquellos años el salir a la calle y
ver que todos los coches eran iguales, negros, sin ningún
aporte de color, ni de creatividad.... Y qué me decís
de los pobres trabajadores de la fábrica de Ford, vestidos
iguales y montando coches iguales, de un solo color. De pensarlo me
entran escalofríos. Un mundo donde todo es igual, sin
diferencias, sin improvisación, sin que que el cliente tenga
capacidad de decisión. Un mundo donde el número de
profesionales del marketing en paro sería muy elevado.
Hoy en día hay muchas empresas
que sin ser el Ford T de los “felices años 20” se le
aproximan mucho. Son empresas indiferenciadas, sin un posicionamiento
definido, sin una estrategia de producto adecuada. Hay otras que son
seguidoras en el mal sentido de la palabra, es decir, que hacen o
copian de manera pobre y decadente lo que hace su competencia; estos
últimos, sin saberlo, están a merced de los líderes del
mercado.
Exposición de Ford T |
Vivimos en un mundo masificado y
estandarizado en el que cada vez se pone más en valor el
resaltar aquello que es diferente, innovador, rompedor, creativo,
que genera un efecto positivo y recuerdo. Recordemos la definición
que Piaget hacía de los individuos indiferenciados tachándolos
de individuos no exitosos de una u otra manera.
Las personas que nos dedicamos al
marketing estamos en el mundo para dar color a la realidad, para
buscar la diferenciación entre las marcas, los productos, las
personas... encontrar aquella característica que nos
diferencia del resto, lo que nos hace singulares y únicos en
el mercado; será por esto por lo que los consumidores nos
distingan y decidan comprarnos.
Diferenciarnos para ocupar un lugar
privilegiado en las mentes de las personas, para ser la primera
opción cuando necesitan alguno de los productos que nuestra
empresa ofrece al mercado. Diferenciarnos para posicionarnos en la
mente de los consumidores, para que éstos nos perciban como la
mejor opción, en eso consiste la diferencia competitiva.
Realizar una estrategia de desarrollo
empresarial enfocada a la diferenciación es clave para el
futuro de nuestra empresa; de lo contrario nos convertiremos en
zombies que se mueven según los impulsos del mercado, vagando
sin identidad propia y con un futuro más que incierto.
Diferencia tu empresa, constrúyela entorno a una idea, con
conceptos y valores que te posicionen; aunque sea como una empresa de
precios bajos, pero no te quedes atrincherado esperando sin hacer
nada, porque terminarás muriendo.
Intentemos diferencianos |
Intentaremos ser percibidos como un
producto único, diferenciándonos de la competencia para
estar en posición de ventaja frente a ellos, utilizando
técnicas de posicionamiento (como nos mostraron Jack Trout y
Al Ries en su libro Positioning) que nos ayuden a conseguir nuestro
objetivo. Sin crear nada nuevo, solo utilizando los conocimientos que
éstos tienen de nuestra marca, manipulándolo,
utilizando la comunicación para conquistar a nuestros clientes
mediante un mensaje simplificado que nos sitúe en un lugar
privilegiado y perdurar en él a lo largo del tiempo.
El mundo del coche negro de Henry Ford
fue una forma clara de posicionarse, a buen seguro todos los
consumidores de la época que querían comprar un coche
negro sabían a donde tenían que ir...
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