Pagar servicios con nuestros seguidores
Cuando Visa Mastercard lanzó
aquella campaña spot de tv que ensalzaba las “cosas que no
tienen precio”. En la que decía “dos bicicletas: 240 €,
bocadillos y bebidas: 30 €, ver el mundo con otros ojos no tiene
precio” y finalizaba con un “Hay cosas que el dinero no puede
comprar. Para todo lo demás, Master Card”. Sin duda, una
brillante campaña por la que un medio de pago intentaba
potenciar su uso cotidiano para pagar cualquier
servicio o producto.
Está claro que no voy a hablar
de la famosa tarjeta, pero si quiero hacer hincapié en la
evolución que ha sufrido a lo largo de la historia la
utilización de los diferentes medios de pago; desde el trueque
a la utilización del móvil, pasando
por las monedas, los billetes, los pagarés, las letras de
cambio, las tarjetas de crédito o débito, el domicilio
bancario, la transferencia, el pay pal, el contra reembolso, el
telepago... Una infinidad de medios de pago que han ido calando poco
a poco en nuestro hábito diario de compra y venta, en otra de
nuestras disertaciones ya hablamos de lo importante que es para
nuestros negocios on-line ofrecer al cliente diferentes medios de
pago; ya que, en ocasiones la forma de pago es definitiva para cerrar
una venta o un negocio.
¿Quién le iba a decir a
mi abuela que iba a poder pagar en el supermercado utilizando el
teléfono móvil? ¡Pues esto ya es posible! Con el
móvil se puede hacer casi de todo ya.
Esta evolución no le ha sido
ajena al mundo on-line, gracias a la irrupción de internet y
las tiendas on-line los medios de pago han evolucionado en mayor
medida, pero no sólo en formato; sino también en
rapidez, en efectividad y en seguridad. Aspecto, este último,
de capital importancia. Ahora ya podemos pagar desde cualquier parte
del mundo y comprar un producto con una sencilla e inmediata
transacción. Hasta aquí todo normal.
Entiendo que esta evolución en
los medios de pago podría dar una vuelta más en su
vertiente de las Redes Sociales. Me explico, simplemente dándole
una vuelta de tuerca al concepto de “Pago Social” podremos
alcanzar una mayor viralidad para nuestro negocio, tan sencillo como
trasladar lo que algunos están haciendo con sus seguidores o
con los influence, que a través de su prescripción
aumentan el flujo de clientes que nos compran. Actualmente, esto está
siendo valorado por las compañías y en muchos casos
estas personas reciben remuneración por compartir en sus
diferentes perfiles información sobre productos o empresas.
Pues bien, si recogemos la esencia de este sistema, premiar a las
personas que nos ayudan a causar repercusión social, podremos crear un nuevo medio de pago. ¿Por
qué las empresas gastan grandes cantidades de dinero en los
“gurús sociales” teniendo la posibilidad de, a un menor
coste, utilizar a sus clientes como lanzaderas de repercusión
social?
Lo que propongo es lo siguiente. Todas
las empresas tienen: clientes, amigos, seguidores... en sus perfiles
de Redes Sociales, a su vez éstos tienen también amigos
y seguidores; con lo cual si sumamos todo el conjunto de esta masa
daremos con un interesante número de personas a las que
podríamos llegar, darnos a conocer o impactar. Si premiamos
con un regalo o descuento a todas las personas que nos compran o nos
visitan y que lo hacen saber de alguna manera a su entorno de las
Redes Sociales, conseguiremos tres cosas: mayor repercusión en
Redes Sociales, fidelización de nuestros clientes o amigos y
una mayor pertenencia y ganas de colaboración de nuestros
clientes con nuestra marca.
Ya sé que a priori esta práctica
no parece muy novedosa porque en el mundo real ya lo hacían
nuestros bisabuelos (premiar al cliente que le traía a otros);
este llamado prescriptor, vería recompensado su trabajo si
desarrolla esta estrategia a través de internet,
convirtiéndose en un “Prescriptor Social” que recibirá
determinados premios por su trabajo de apóstol con las marcas
que llegue a representar.
Esta fórmula de
pago-prescripción ya la estamos trabajando con nuestros
clientes, son varios los proyectos que hemos presentado para preparar
a las empresas para del futuro, un futuro muy próximo, donde
mis seguidores de twitter o de facebook me van a permitir pagar
facturas o simplemente recibir premios de empresas que buscan repercusión social.