jueves, 21 de febrero de 2013

El trueque y el marketing


Reiniciar adaptándose al nuevo escenario.

Hay momentos en la vida en los que toca reiniciar, comenzar de nuevo, dejando el lastre que nos impide avanzar, afrontando el presente y el futuro desde nuevas perspectivas; adaptándose a los cambios en la sociedad, en los mercados y en las propias empresas.

Es tiempo por tanto de desenfocar la realidad y de ver desde otra perspectiva la forma que tenemos de interaccionar las empresas entre nosotras, sobre todo las que somos complementarias,o dicho de otro modo las que somos o podríamos ser proveedoras las unas de las otras.

Las épocas de los grandes presupuestos en marketing y de los grandes patrocinadores se han acabado, las necesidades del guión son otras y debemos de cambiar la mentalidad en pro de conseguir unos resultados óptimos, ya sea organizando eventos o campañas de captación comercial. En un momento donde las empresas se ven agobiadas ante la falta de recursos y financiación, tenemos que echar mano del ingenio para poder seguir realizando nuestra actividad, más aún si tenemos en cuenta que esta escasez de recursos nos limita la capacidad de negociación con nuestros proveedores.

A pesar de que pueda parecer una situación muy complicada es el momento de aprovechar las oportunidades que se nos presentan. Serán aquellos que se adapten mejor a la situación, los camaleones del marketing, los que obtengan pingües beneficios en su actividad. Pero no nos confundamos, adaptarse no es lo mismo que sobrevivir, adaptarse es adecuarse a la realidad, aclimatarse a este nuevo escenario asumiendo los cambios necesarios.

Nuestro proceso de cambio, de desenfoque, de visión lateral de las cosas nos ha llevado a recuperar la figura del trueque, una fórmula que nace en el neolítico y que tiene en estos momentos un fermento adecuado para triunfar en el contexto económico en el que nos movemos (ausencia de dinero y un gran excedente de bienes y servicios que no se venden porque las empresas o personas no están dispuestos a comprar). Si, aplicamos una visión del marketing basada en el intercambio de productos y servicios sin que intermedie el dinero en estas operaciones, fundamentalmente con nuestros proveedores a los que hemos convertido en nuestros partners, nuestros socios del negocio, a los cuales les aportamos con nuestro trabajo soluciones a sus necesidades y ellos satisfacen las nuestras en igual medida.

Seguramente te estarás preguntado dónde está el negocio o de dónde sacamos el dinero para pagar nuestras facturas, pues es muy fácil de decir pero muy difícil de explicar, básicamente lo que hacemos es convertir ese compendio de servicios intercambiados en un único servicio atractivo que tenga un mercado al cual se lo podamos vender. A esto último le llamamos el proceso de tangibilización económica de la cadena de trueques.

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