jueves, 3 de enero de 2013

Marketing Tangible


Platón y el Marketing.

Después de diez años dedicándome al marketing decidí salir del cascarón, quise romper la burbuja que tanto tiempo me había protegido, sentía la necesidad de hacer algo diferente ya que cada año que pasaba notaba como el escenario estaba cambiando de manera vertiginosa y yo parecía no avanzar.
Un día me desperté de un sueño kafkiano y fue entonces cuando me di cuenta de que me había convertido en individuo tosco, apático, rutinario y sin creatividad; estaba tan viciado por las estructuras donde me había movido a lo largo de mi carrera profesional que lentamente fui claudicando a mi instinto innato, a los elementos que me diferenciaban como profesional del marketing.

Una vez encontrada la esencia, releí los libros que me habían servido de inspiración a lo largo de la vida; así, y por este orden: La República de Platón, El Príncipe de Maquiavelo, El Arte de la Guerra, El No miedo, Las 22 leyes inmutables del Marketing y los siete pecados capitales del Marketing.

Pero fueron Platón y su “mito de la caverna” los que me hicieron reflexionar profundamente y poner en tela de juicio lo que muchos profesionales del marketing estaban haciendo. Estábamos viviendo en la caverna, viendo solo las sombras que la burbuja económica y los tiempos de bonanza nos permitían ver, pero la realidad era otra; el mundo real estaba fuera, una realidad más profunda y completa. A pesar de que era más cómodo quedarse dentro y seguir creyendo en las sombras y en las teorías de los que hacían marketing de manera tradicional -porque no sabían o no creían que el mundo del marketing había cambiado-, decidí abandonar la caverna y ver el mundo en color, en tres dimensiones, abrazar el 3.0... y me sentí libre, renovado, ilusionado y feliz; recuperé entonces mi torrente creativo y las ideas comenzaron a fluir.

Había pasado del mundo de lo intangible, al mundo real, al mundo tangible; el que hace que las mejores ideas se materialicen y puedan ser percibidas con todos los sentidos a la vez provocando una visión más completa y fiel de la realidad.

El nuevo marketing tomó los conceptos del marketing tradicional y los adaptó al nuevo entorno, incluso creó una terminología específica. Pero, entendí que no era necesario elegir entre uno u otro, que si cogía las diferentes posibilidades y herramientas que nos ofrecen de manera conjunta y establecía un mix correcto entre ambas, podría reportar un impacto mucho mayor que si optaba por una única vía.

Por tanto, empecé a desarrollar proyectos que pudieran tener la vertiente on-line y off-line; teniendo como parámetros la innovación, la diferenciación, la segmentación, la originalidad, el conocimiento del cliente y de sus necesidades y sobre todo la eficacia y eficiencia. Dotándolos de cierto descaro y un toque de locura. Siguiendo estrategias low-cost, a través de colaboraciones y co-marketing, para minorar o compartir las inversiones necesarias.

Aprendí sobre nuevos conceptos de marketing, viviendo cada día nuevas y enriquecedoras experiencias, intentando descubrir las vías más eficaces para llegar al corazón de las personas. Descubrí la importancia de compartir estas vivencias con el resto del mundo para que esas lecturas pudiesen despertar interés en las materias de las que iba tratando en mi blog.

Finalmente entendí que las acciones de marketing se tenían que tocar y percibir de manera precisa, la mayoría de las veces tangibilizándolas en dinero para nuestra empresa, pero de un modo u otro tenían que ser visibles a las personas y las empresas. Todo esto es una manera muy resumida de contaros lo que es el Marketing Tangible.