sábado, 30 de junio de 2012

Marcas Colectivas y Alianzas Estratégicas

Un paraguas para las pymes.

Después de haber trabajado, durante los últimos ocho años, en diferentes proyectos de creación de Centros Comerciales Abiertos o Planes de Dinamización Turística, he adquirido un conocimiento importante de como funcionan las pymes en estos entornos de comercialización y promoción conjunta.

A pesar de que mi percepción es de que en la mayoría de los casos resultó un fracaso, no le podemos echar la culpa a los proyectos en sí, sino que le debemos de echar la culpa a los que los aplicaron. Tanto los comerciantes como los gerentes de estas figuras no estaban preparados para asumir los nuevos roles que este tipo de planes les ofrecían.

Con el tiempo, se ha visto la conveniencia de que posicionar marcas genéricas sectoriales o multisectoriales (si son de sectores complementarios) es beneficioso para el conjunto, agruparlos bajo un mismo nombre que los defina, posicione y los distinga de la competencia; promoviendo el sector y los sectores, así como la zona geográfica donde se encuentran.

Las Grandes Marcas firman alianzas estratégicas, bien sea para: hacer investigación y desarrollo, para producir, para distribuir, para promocionar conjuntamente o aliando las marcas bajo el co-branding. De todas estas alianzas se me vienen a la cabeza infinidad de ejemplos de éxito, pero si las Grandes Marcas lo hacen, ¿por qué a las pymes les cuesta tanto?

Las empresas a nivel individual, especialmente las pequeñas y medinas empresas, tienen muy pocas posibilidades de lograr notoriedad de marca, debido a que para alcanzar esto, se necesitan grandes inversiones económicas. Por eso es necesario construir marcas que las aglutinen y las representen en el mercado.

La finalidad de estas marcas es garantizar al consumidor una calidad en los servicios y productos que ofrecen; así como, facilitar su diferenciación en el mercado. En definitiva, son útiles para favorecer la calidad de lo que las empresas agrupadas ofrecen, también se favorece la diferenciación de servicios y productos, y se abren nuevas vías de promoción y comercialización conjuntas que crean sinergias entre las empresas.

Bajo estas marcas las empresas ahorran costes de promoción, mejoran su marketing, impulsan proyectos novedosos, consiguen retener a trabajadores, fomentan sentimientos colectivos, comparten clientes... y así podríamos seguir enumerando ventajas cuando las cosas se hacen bien.

Una vez más la crisis está consiguiendo que nazcan un gran número de marcas de este tipo, sobre todo entre los sectores: turístico, hostelero y comercio. Éstos son los que están notando con más virulencia los azotes de la misma; más aún, cuando la mayoría de los ayuntamientos o diputaciones que tenían organismos de promoción y comercialización turística los han eliminado o han recortado tanto sus recursos que no llegan para hacer nada.

Las marcas colectivas son un buen paraguas para la tormenta que está cayendo, lo importante es tener intención de unirse, de ahorrar costes, de provocar sinergias, de mejorar la imagen... ahora bien, su éxito dependerá en gran medida de: si los empresarios se lo creen, el grado de compromiso de éstos y el afán de protagonismo o egoismo que adopten en el juego del conjunto.

jueves, 14 de junio de 2012

Facebook y los amigos

Yo no quiero tener un millón de amigos.

La inspiración para escribir este post me sobrevino la tarde del lunes cuando me dirigía a mi casa en coche, cansado de escuchar radiofórmulas, me puse a bucear en el dial y encontré una emisora donde estaban poniendo canciones demodé, concretamente sonaba esa que dice: “yo quiero tener un millón de amigos y así más fuerte poder cantar”. Como un resorte me vino a la mente pensar en Facebook, la red social donde conseguir amigos se ha convertido en el objetivo de empresas y personas que invierten ingentes esfuerzos en sumar adeptos.

Esta red social se ha convertido en una herramienta esencial en la interacción social, si no tienes Facebook no existes, no estás en el mundo, cada vez que alguien elimina a otro de su lista de amigos o lo bloquea es como si lo eliminase del universo.

Los adictos sociales están obsesionados en sumar cada día más amigos, más followers, coleccionan me gustas... no se si está diagnosticado o no pero creo que esta puede ser la enfermedad del siglo XXI, la adicción a la “social life”.

Tener amigos en Facebook es importante para las empresa, pero ¿hasta qué punto lo es?. Hasta hace poco creía que tener muchos amigos era positivo porque la viralidad sería mayor, pero desde fechas recientes he comenzado a reflexionar sobre lo negativo de tener muchos amigos en Facebook.

Los amigos de Facebook tienen que ser como en la vida real, amigos de verdad; es decir, no debemos generar amigos imaginarios, esos falsos amigos no nos aportarán lo que en realidad debe reportarnos un amigo, son simplemente un nombre, un seudónimo o un número.

Tenemos que tener claro que no es posible gestionar un número grande de amigos, los expertos como el profesor Robin Dunbar (profesor de antropología humana de la Universidad de Oxford) hablan de que el cerebro humano puede gestionar hasta 150 amigos. Es muy difícil atender bien grandes listados de clientes o amigos, perdemos la interacción personalizada y se convierte en una interacción mecánica.

Generalmente pensamos que tener una gran audiencia es bueno, solemos decir que cuanta más gente reciba nuestros mensajes mejor, pero este punto también quiero cuestionarlo. Porque lanzamos mensajes al espacio pero son pocos los que segmentan las audiencias en su Facebook, muy pocos piensan en cuál es su audiencia útil, con cuántos amigos tiene que quedarse uno para que la comunicación sea efectiva. Si analizamos nuestros listados de amigos nos daremos cuenta de que con un amplio número de ellos no tenemos contacto y que si los eliminásemos no pasaría nada; pero esto tiene un coste emocional importante, a nadie le gusta perder audiencia.

En Facebook lo importante no son los contenidos, lo importante: son los comentarios, las veces que comparten la información, las actualizaciones o los me gusta. Todo esto convierte la plataforma en un elemento de presión social sobre el que publica contenidos a pesar de que a muchos de ellos no los conozca o no los haya visto en muchos años.

Otro de los errores que suelen cometer los usuarios de Facebook es el intentar ganar audiencia a costa de los amigos de sus amigos, se creen que “los amigos de mis amigos son mis amigos”, pero eso es totalmente falso, con esta medida se aumenta en número pero se pierde el control y la información puede generar conflictos al moverse en círculos cerrados e incluso puede ser perjudicial para la reputación social.

Esto solo es una pequeña muestra de algunas de las problemáticas que nos genera el tener muchos amigos en Facebook, seguramente cuando leas esto reflexionarás y te plantearás redefinir tu estrategia de amigos, cuando lo hagas recuerda que el concepto de audiencia útil es fundamental para manejar nuestra comunicación.

Querer comunicarse es inherente al ser humano, las Redes Sociales te permiten esto con suma facilidad, pero después de analizarlas me he dado cuenta de que yo NO “quiero tener un millón de amigos para ser feliz”.

sábado, 2 de junio de 2012

Marketing de Eventos

Eventos con Marketing con Causa.

La pasada semana hablando con unos colegas marketinianos debatíamos sobre la decadencia del marketing de eventos. La postura más común era que la crisis puso en jaque a: ferias, congresos, eventos deportivos y a todo tipo de eventos de índole promocional. En realidad, comentaban, estamos viendo como las organizadoras han ido disminuyendo en número y en volumen de facturación, por lo que se vislumbra un futuro muy negro para ellas. El mercado está saturado de eventos y de empresas organizadoras, los habituales patrocinadores han dejado a un lado este tipo de patrocinios, esgrimía Marcos.
En épocas de bonanza las empresas, las marcas y las instituciones creaban todo tipo de eventos sin importar la rentabilidad o la contribución final a las ventas de la empresa, lo hacían como meros ejercicios de imagen y posicionamiento; se gastaban grandes partidas presupuestarias en ferias, demostraciones, convenciones, patrocinios deportivos... muchas veces por compromiso, otras simplemente por hacerse notar.
Todo esto se ha terminado. El descenso a los infiernos de la economía nos ha devuelto a la realidad. Ahora los grandes eventos necesitan de muchos patrocinadores medianos para poder realizarse, los presupuestos se han vuelto más austeros y se adaptan más al coste real de los servicios. Los pequeños eventos han desaparecido o se han reducido de tal manera que pierden su objeto e importancia, llegando muchas veces a ser perjudiciales para imagen de las empresas (debido a lo chabacanas que resultan).
Como persona que lleva organizando eventos más de diez años, no creo que este declive del que hablábamos el pasado día sea perjudicial para nuestro sector. Pienso que es positivo, está siendo una selección natural, las empresas organizadoras y los clientes ya no vivimos en una burbuja, nos centramos más en los resultados, en la efectividad; en resumen nos hemos hecho co-responsables.
En Marketing Tangible ya preveíamos este nuevo escenario y fuimos adaptando esta linea de negocio hasta crear una manera de trabajo propia que nos diferenciase del resto de los organizadores. Las claves son las siguientes:
  • Nos adaptamos a un sistema low cost, montamos eventos que parecen un Ferrari con el coste de un utilitario.
  • Somos partners de nuestros clientes, seguimos la estrategia de participar en los resultados del evento, si a nuestro cliente le va bien a nosotros también.
  • Comercializamos los diferentes momentos que se generan. Siempre con una visión lateral y personalizada..
  • Libramos de trabajo a los clientes, somos una solución no unos buscadores de problemas.
  • Aceptamos todo tipo de colaboraciones, no desperdiciamos ninguna aportación de algún potencial colaborador.
  • Generamos sinergias entre empresas, ponemos en contacto a empresas que no son competidoras y que trabajando juntas ahorran costes y comparten clientes.
  • Trabajamos el antes, el durante y el post evento, con esto conseguimos buenos resultados comerciales.
  • Utilizamos las Redes Sociales como un sistema efectivo de comunicación y difusión de cada evento.
  • Implicamos a personajes conocidos para dar mayor relevancia a los eventos.
  • Aplicamos estrategias de Marketing Directo para conseguir resultados efectivos. Por ejemplo: bases de datos, captación de leads, comercialización in situ...
  • Somos expertos en actuar a través del Marketing con Causa para generar mayor participación e implicación emocional. La gente suele interesarse por los eventos solidarios.

Esto solo es una forma de entender el futuro del mundo de los eventos; aunque yo siempre recomendaré que si vais a organizar un evento contratéis una empresa profesional que os ayude y oriente para que vuestro evento no sea un coste y sea un verdadero éxito.